Con esta historia quiero iniciar una serie de relatos que me han ocurrido a mi o a gente que eh conocido a lo largo de mi vida y que me han ayudado a creer que no solo somos materia en un universo sin sentido, que existen otros planos de existencia y seres que no podemos percibir con nuestra limitada percepción.

Esto le paso a un hombre que conocí hace poco, en un retiro de silencio Vipassana, el y yo hablábamos sobre que cosas que nos habian pasado en la vida que no nos podíamos explicar, su historia me dejo impactado.

Esta persona tenia 37 años, vivía en la ciudad de Morelia, con su esposa e hijos, ateo recalcitrante, había convencido a su familia y amigos que no existia un poder superior, un día navegando por Internet se topo un vídeo cuyo titulo era mas menos el siguiente:

“Meditaciones para ponerse en contacto con tu ser superior”

– ¿a poco sí? El se preguntó mas en tono de burla. En este vídeo de te decían que con esta meditación podías pedir cosas o preguntar cosas, el selecciono cuatro preguntas que su mente racional no se podía responder, se sentó a hacer esta meditación no solo la media hora que duraba el vídeo, si no todo un día, solo se levantaba a comer e ir al baño, lo hizo en parte a manera de experimento de que no existía un ser superior.

Al siguiente dia de su experimento, su hermana que vivía en Estados unidos le marco muy temprano para decirle que revisara su correo electrónico.

Extrañado el le pregunto ¿que le había enviado?, ella le respondió.

-¿Te acuerdas de mi amiga la que se volvió es monje budista?

– Sí, ¿porque?

– Pues me marco por teléfono a las cuatro de la mañana para pedirme tu correo electrónico, me dijo que se le manifestó tu ser superior en forma de un árbol para responder las preguntas que le hintacto contigo directamente, porque tu mente no estaba preparada para ello. NO ESTABA EN PAZ. Así que revisa tu correo, allí tienes las respuestas que pediste.

Y en efecto allí estaban las respuestas a sus preguntas, a partir de allí dejo de ser ateo y me dedico a calmar mente a través de la meditación.

¿Te animarías a hacer ese “experimento”?