Sagrada Familia: Llegada al Paraíso Día 1 🌴✨
Llegar al paraíso no es fácil. Requiere mucho tiempo ⏳, vidas, sacrificios, disciplina 💪, valentía, determinación, dolor 😔 y voluntad. Son cosas que no todos pueden o quieren hacer para alcanzarlo. Muchos prefieren su “cómodo” infierno 🔥 y no los culpo, porque muchas veces es lo único que conocen.
Toda mi vida me había preguntado: ¿Por qué nací donde nací? 🤔 ¿Por qué tengo unos padres que, aunque no son los más cariñosos y expresivos del mundo y les cuesta expresar su amor de manera física, nunca los he visto discutir o pelear en mis 44 años de vida? Con el tiempo, entendí que eso vale más que cualquier lujo material que pudieran haberme dado. Tampoco vivimos con lujos, pero nunca nos faltó nada. Al menos, yo nunca tuve la sensación de carencia. Recuerdo que mi mejor amigo siempre tenía primero el videojuego del momento 🎮, pero sus padres se peleaban todos los fines de semana. ¿Qué tenía yo de especial a diferencia de otros niños que nacieron en núcleos familiares no solo con carencias (o excesos), sino también con dinámicas violentas y destructivas? Esa pregunta siempre rondó por mi mente y me generaba cierta culpa mi fortuna y privilegio.
La religión judeocristiana nunca pudo resolverme esa duda ✝️ y es que siempre me pareció absurdo tener solo una vida para realizarnos como seres humanos y alcanzar el paraíso. ¿Por qué Dios, en su infinita sabiduría y amor 💖, a algunos nos dio mejores herramientas que a otros? A principios de mis 20s, el Hinduismo, a través de su libro sagrado, el Bhagavad Gita 📖, me dio respuestas más coherentes que la teoría de una sola vida que manejan los cristianos. Luego, el budismo terminó de pulir el concepto de la reencarnación. A diferencia de otras tradiciones que creen en un alma eterna que se reencarna, el budismo enseña que no hay un yo permanente o alma inmutable. En lugar de un alma, lo que se transmigra es un conjunto de procesos mentales y kármicos que constituyen la identidad de una persona. Anatta (No-yo), o como yo le digo, la continuidad del ser 🌊.
En teoría, todo me parecía más lógico y había leído muchas experiencias de personas que recordaban sus existencias pasadas o se reencontraban con personas con las que tuvieron algo o mucho que ver en sus otras vidas. Pero a mí no me había pasado nada de eso. Hasta ahora…
Lo que pasó esa semana fue el resultado de muchos procesos de autoconocimiento y sanación que me pusieron en el lugar y tiempo indicado. Retiros de silencio, yoga, terapia psicológica, trabajo con plantas y sustancias de poder, etc.
El sábado 27 de abril llegué a la CDMX para la boda de mi amiga 🎉. Renté una habitación y me acompañó una de mis mejores amigas, excompañera de la carrera de Fisioterapia. Hacía como dos años que no la veía. Llegamos algo tarde al jardín y ya no nos tocó la ceremonia de casamiento. Fue mi primera boda LGBTQ+ a la que asistía 🏳️🌈 y me la pasé muy bien esa noche con amigos y excompañeros que tenía muchos años, que no veía 🥳.
A la mañana siguiente volé a Puerto Escondido ✈️ y mi cuerpo parecía que se estaba preparando para algo, que yo todavía no tenía idea de lo que iba a ser. Todo el viaje me la pasé yendo a orinar constantemente 🚻, algo raro en mí, como si me estuviera depurando de algo. Fue un vuelo sin contratiempos y muy rápido. Recuerdo que el avión pasó sobre mi casa en Morelos y fue emocionante ver por primera vez mi pueblo desde tan alto.
Al llegar, solo tuve que esperar un poco a Laura, que venía en un vuelo detrás de mí. Tomamos el camión 🚌 y nos dirigimos a Ventanilla 🌊. Nos bajamos en el crucero y ya nos estaban esperando Óscar y Alma. Tomamos otro colectivo que nos dejó en la entrada al lugar y de allí caminamos unos 10 minutos entre la naturaleza exuberante 🌿 para llegar a la playa.
En el camino me llamó la atención un árbol enorme y hermoso 🌳 y Alma me hizo la observación que de todas las personas que habían ido a visitarlos, yo era el primero que lo veía sin que ella tuviera que hacérselos notar 👀. Le platiqué de mis planes de regresarme hasta el próximo fin de semana y Alma me dijo: “Qué bien, algo muy bueno, te va a pasar en estos días que vas a estar acá” . Eso me emocionó y picó mi curiosidad 🤔. ¿A qué se refería con eso?
Llegamos a Casa Xalli 🏨, un hermoso hotel a la orilla de la playa 🌊, manejado por una familia local. En una de las terrazas de las habitaciones estaban sentados en una mesa, esperándonos Norma, Zayra y un chico joven, moreno y atlético que me presentaron llamado Daniel. Recuerdo que, al darle la mano, sentí su mirada profunda y atenta sobre mí 👀, algo le había llamado la atención en mí y a mí también él me había llamado la atención. Nuestros inconscientes se habían reconocido.
Esa tarde fuimos a comer un rico caldo de camarón a una fonda cerca de allí 🍤 y después nos fuimos a la playa a ver el atardecer 🌅. Poco a poco empezaron a llegar muchos turistas a liberar tortugas del campamento Tortuguero que hay en ese lugar 🐢 y los encargados del campamento nos ofrecieron liberarlas sin costo alguno por ser amigos de Óscar y Alma. Era la primera vez que hacía algo así y fue una experiencia muy hermosa y profunda 😍. Nos dieron tres tortuguitas en una jícara para no tocarlas. Les pusimos nombre y las soltamos a la orilla de la playa 🌊. La primera salió disparada al mar, la segunda a velocidad media 🐢 y la tercera se tomó su tiempo y, a veces, las olas la regresaban casi hasta el inicio 🌊. Pero no se rindió y finalmente logró entrar al mar. Se estima que solo 1 de cada 100 logra alcanzar la madurez reproductiva 🤞. Fue una excelente bienvenida y regalo para todos. Si ese era el inicio del viaje, el resto prometía ser espectacular 🌟.
Esa noche, Óscar y Alma nos tenían preparada una sorpresa: habían guardado un gramo de MDMA de la última vez que nos vimos en Cuautla hace dos años y lo estaban guardando para una ocasión especial 🎊, y esa era la ocasión. Me sorprendió que lo hubieran guardado tanto tiempo ⏳.
En esa playa están prohibidas las fogatas por el riesgo de incendio 🔥 y cada quien tenía una veladora 🕯️. Las juntamos al centro, armamos el altar e iniciamos la ceremonia al lado del mar esa noche 🌌. Recuerdo que yo pedí conectar con mi corazón y con el de todos los que estábamos allí 💖.
Mientras compartíamos la palabra, Alma me preguntó cómo iba ese decreto que había hecho hace dos años, que si ya tenía pareja o salía con alguien. Le comenté que todavía no, pero que sí había atraído personas conscientes, sensibles, profundas, apasionadas y espirituales 🙏 y la prueba eran todos ellos que ahora me rodeaban 👨👩👧👦. Y Alma solo me dijo: “Pues abre muy bien los ojos” 👀. Para mí ya era más que obvio que se estaba refiriendo a Daniel y medio lo volteé a ver de reojo. Ya que estaba sentado a mi lado.
Esa noche puse música 🎶 y un remix muy bueno que tenía descargado de House Latino 🎧. Fue ideal para soltarnos y empezar la fiesta 🎉.
Estábamos todos bailando alrededor del fuego 🔥 y yo, sin duda, quería bailar con Daniel 🕺, pero no quería verme tan obvio y directo, así que empecé a mi izquierda con Laura y así me fui con cada quien, hasta finalmente llegar con Daniel. Me sorprendió lo que hizo en el momento en que me planté frente a él 😲.
Me tomó de la nuca y nos semi hincamos en la arena, con una rodilla apoyada y la otra no . Tomó mi cabeza y la apoyó en su hombro, y él puso su cabeza en mi hombro 🫂. Estuvimos así tal vez un minuto, como si estuviéramos reconociéndonos. Nos paramos y empezamos a bailar al ritmo de la música 🎶. Nuestros cuerpos se tocaban y fluían bastante bien, yo junté mi frente con la suya y seguimos bailando. Había una conexión muy intensa entre él y yo. Pero nunca sentí deseo de su parte y tampoco yo busqué activar esa energía. Fue una conexión más profunda.
Esa noche pasaron muchas cosas hermosas 🌙. Bailamos 💃, reímos 😂, cantamos 🎤, meditamos 🧘. Laura, que es una mujer muy sensible, en algún momento de la noche tuvo que vomitar 🤮. Ventanilla es un lugar muy energético, ya que su arena contiene magnetita y, si pasas un imán sobre la arena, parte de ella se pega al mismo 🧲. En algún momento de la noche, unas chicas locales que estaban algo ebrias se nos acercaron a pedirnos si podían sentarse con nosotros porque nuestra música les gustaba mucho 🎶 y se sentían atraídas a nuestro círculo. Estuvieron un rato allí conviviendo tranquilamente con nosotros. Esa noche había bioluminiscencia en las olas del mar 🌊✨, lo que le agregó un toque aún más mágico a la velada. Ya entrada la madrugada, salió la Luna 🌕 para cerrar la fiesta de bienvenida 🥳. Fue una noche perfecta 💯.